Hay que aprovechar la cara mala del verano, esa franja horaria que no se puede hacer nada. En la calle no se puede estar ni en la sombra, y en casa, después de la comida (y las cervezas previas) no te puedes ir muy lejos. Pongamos que de 14:00h a 17:00h. estamos comiendo y descando. A los que tienen suerte su cuerpo les deja hacer la siesta. En mi caso, con mi hiperactividad, sólo puedo estar tumbado pero con los ojos como platos. En la parrilla de la televisión generalista una vez se acaba el telenotícias apaga y vámonos. Pero esta vez tenía pendiente comenzar una serie(que acabaron siendo tres), TRUE BLOOD. Superfan. No podía ver sólo un episodio, me los ponía de tres en tres hasta completar la segunda temporada. La trama de engancha desde la escena cero "primero te follaré, después te comeré" (varón se lo dice a varón). Suspense, acción, carne viva, sangre fresca, personajes mitológicos, fotografía de Oscar, banda sonora de Grammy, casting perfecto, escenas hilarantes, situaciones dramáticas que pasan a la comedia en un mismo plano secuencia. Y como hablamos de vampiros lo mejor siempre pasa en la oscuridad, en la noche, como aquí, "The night is...". Los capítulos hacían posponer mi turno al baño de sol. TRUE BLOOD es la culpable de mi moreno nórdico.



























