



Con Lázaro Rosa-Violán se completa la terna de los interioristas que colaborarán en mi casa futurible junto con Salvador Fresneda y Alfons Tost. Hace unos seis años después de un exhausto día de cool-hunter acabé pasando por la calle Vergara (BCN)y descubrí un pequeño hotel, el Pulitzer, con una recepción y un bar muy estudiadamente elegantes y con un lujo recatado. Mi instinto de curiosidad me empujó a entrar y a tomar un café. La atmósfera creada por el interiorista me cautivó: minimalismo colonial, grandes sofás chester en capitoné blanco, muebles orientales, dos grandes librerías con falsos libros, toda la estancia separada en pequeños salones abiertos compuestos de dos sofás en paralelo separados por una mesa baja, algunos taburetes de madera y alfombras. Al final del bar, y dando paso a la terraza de la planta baja, una gran mesa de madera sin tratar con los periódicos del día dónde se podía desayunar o comer (unos años después una pareja de amigos celebró en esa mesa su banquete de boda con una veintena de invitados). La terraza en la última planta del hotel, abierta al público, era un paraíso con muebles lacados en blanco en blanco, suelo de madera sin tratar, jarrones de diseño actual, divanes con colchon, plantas tropicales; ahora la han reformado y ha perdido su encanto made by Lázaro. Este reducto se ha convertido en un oasis donde descansar de la vorágine en pleno centro de la ciudad. Cambiando de situación, anteriormente, también me habían fascinado los interiores de algunos locales de la cadena de hostelería Geshos como el restaurante Balthazar, el Basílico, y La Mamasita. Y un buen día leyendo una edición de AD me encuentro con un reportaje en el piso, de arquitectura modernista, de Lázaro Rosa-Violán en pleno eixample barcelonés con patio ajardinado. Sin palabras me quedé tanto con sus interiores como al descubrir que era el mismo mago el responsable del Hotel Pulitzer como los resturantes del grupo Geshos. En el mismo reportaje anunciaba que acababa de realizar los interiores de la tienda Oysho de Paseo de Gracia (fotos que acompañan esta entrada y que realmente no reflejan los detalles de esta obra que me dejaron con la boca abierta), y que había sido el responsable de los interiores de la cadena de restaurantes Fish Shop de Barcelona. De los cuales el del Born, puedo atestiguar, que es un magnífico trabajo complentamente harmonioso en todos los detalles, siendo entre todos los locales de Lázaro el que encumbra su temprana trayectoria profesional. En mi agenda se van acumulando los lugares de interés a visitar y la mayoría son del mismo genio. Tal es mi devoción que estoy viendo que en vez de redactar estoy vomitando letras y emociones con poca sintonía y sin orden alguno. Pero que tenga en cuenta que la última entrada del año tiene un valor relevante en este humilde site y ésta es la última del 2010. Palabra de Fan.




















































