



















Atracción fatal la de Chad White con las piscinas privadas. Incomprendido por sus vecinos, quienes aprovechando tal invasión lo usan y manipulan a su antojo sin dudar en abandonarlo una vez culminados y saciados sus deseos igual como ocurriera en la película "The Swimmer" (1968) de Sidney Pollac con el papel protagonista esta vez para Burt Lancaster. Todo esto perfectamente orquestado por el fabuloso maestro de ceremonias Steven Klein. Temática estival nada adecuada al gélido mes de diciembre que estamos sufriendo pero premeditadamente elegida para terminar con el 2.009, ciao bello!













